Brand Voice: Ante la imperiosa necesidad de contribuir a la construcción de ciudades más inteligentes, Internet of Things (IoT) se posiciona como el aliado ideal de la administración pública, tanto para que las urbes sean más tecnológicas e integradas, como también más eficientes.
Optimizar el consumo de los recursos en pos de reducir los costos operativos es un tema de agenda de todos los gobiernos. De cara a la ciudadanía, los beneficios son inmediatos: sitios mejor iluminados y más seguros, anticipación a catástrofes climática o transporte público más eficiente son apenas tres ejemplos de lo que se puede lograr. La tecnología ya se creó y su inminente masificación en los espacios públicos permitirá reducir los gastos de los municipios de forma significativa mientras mejora la calidad de vida de los habitantes.
Por estos días, la tendencia de conectar dispositivos a Internet que tradicionalmente no estaban en auge, ahora lo están. Y si bien su implementación permite conocer mejor los hábitos de uso para optimizar los rendimientos, el desafío al que se enfrenta la tecnología incluye también el hacer un uso más inteligente de la energía para ayudar a disminuir los costos.
IoT dota de inteligencia a los equipos para que sepan cuál es la mejor forma que tienen de operar. El objetivo es claro: que sean capaces de tomar las mejores decisiones para optimizar el funcionamiento, en la medida que reducen los consumos de energía.
Un claro ejemplo de cómo esta tecnología es capaz de colaborar con el mejor uso de los recursos es en las luminarias. Por estos días, la mayoría de los municipios están incorporando en espacios públicos luminarias LED inteligentes que, gracias al uso de dispositivos conectados a internet logran un 40% de ahorro energético, con una inversión mínima.
La solución consta de un dispositivo instalado en cada una de las luminarias para encenderse únicamente cuando es necesario. Adicionalmente, colecta datos sobre el funcionamiento de los equipos y los reporta de forma automática a una plataforma cloud para permitir a los técnicos anticiparse a desperfectos, prevenir fallas y hacer un mantenimiento proactivo de las instalaciones.
En la otra mano, el otro beneficio inmediato que conlleva esta solución es que los ciudadanos perciben que transitan un lugar más iluminado y, en consecuencia, más seguro. De esta manera, su percepción y tranquilidad se ve en aumento, disfrutando de mayores momentos en la vía pública, sin estar preocupados por los hechos que pueden ocurrir en penumbras.
La adopción es un hecho: cada vez son más los municipios de todo el país dispuestos a incorporar IoT en la vía pública. Este tipo de implementaciones es apenas el primer paso en el camino a convertirse en una Smart City, porque acerca a los gobiernos a nuevas tecnologías. Por otra parte, y en la medida que los fabricantes continúen apostando por incluir este tipo de funcionalidades a sus productos, veremos cómo cada vez más la necesidad imperiosa por ahorrar sea cosa del pasado, gracias a un uso más eficiente de los recursos.
Por Luis Minivielle – VP Soluciones & Productos BGH Tech Partner
Fuente: diarioti.com