En general los robots, con ciertas excepciones, se crean para ayudar al hombre en distintas tareas: rescate, educación, asistencia y hasta exploración espacial. Hoy se abren un nuevo campo en el ámbito de la salud (donde ya son formidables asistentes y hasta cirujanos): ahora, la empresa vasca Irisbond, de España, con la colaboración de la multinacional ABB, los ha puesto al servicio de pacientes con condiciones como esclerosis múltiple, parálisis o daños cerebrales. Las firmas divulgaron la noticia en una nota de prensa enviada a la redacción de N + 1.
Recientemente, las referidas empresas presentaron en un video de YouTube cómo una persona con un significativo grado de discapacidad física jugó ajedrez con su adversario moviendo las piezas a través del robot YuMi, al que dirigía solo moviendo los ojos.
Cómo se consigue. El sistema se basa en un software webtracker que permite el control de ordenadores con el movimiento de los ojos monitorizados a través de una cámara web. El avance se vale de algoritmos basados en el posicionamiento del rostro y ojos con el objetivo de permitir a los usuarios interactuar y controlarlo de una forma natural.
Como puedes ver en el siguiente video, la paciente domina a un robot colaborativo de dos brazos. La máquina, por su parte, responde a los comandos (básicamente movimientos de los ojos y la cara, naturalmente). Los operarios, según la startup, deben establecer un lenguaje de comunicación entre la persona y la máquina que facilite el diálogo. Por ejemplo, si el trabajador mira hacia un objeto de la pantalla del robot, éste debe saber de inmediato que tiene cogerlo.
Este nuevo logro abriría una serie de posibilidades para la robótica colaborativa y hasta la integración laboral para personas con discapacidad. Otras firmas en el mercado también han lanzado sus propuestas para ayudar a personas con problemas motrices o ancianos: Obi, de la firma Desin, por ejemplo, asiste a gente con ciertas discapacidades a alimentarse con menos asistencia. Este novedoso mecanismo posee platos separados para comida y un brazo robótico con una cuchara que puede memorizar a dónde será llevada, una vez señalado por un cuidador.
Fuente: rpp.pe