La ‘deuda técnica’ hace perder 300.000 millones de dólares a las empresas a escala mundial.

Mantener los sistemas ‘legacy’ le cuesta un dineral al tejido empresarial. Y lo que es todavía peor: supone la creación de una particular batalla por el talento de desarrolladores capaces de trabajar entre el pasado y el presente de la tecnología.

¿Han oído hablar del mainframe, los sistemas basados en cientos de líneas de COBOL o servidores con Itanium en su interior? Si has contestado sí a alguna de estas cuestiones, seguramente estarás contribuyendo (o sufriendo, según el prisma con que se mire) a la ‘deuda técnica’ de las empresas. Este fenómeno, de difícil cuantificación, se produce cuando el personal de TI está demasiado ocupado manteniendo sistemas heredados o tratando de gestionar su software antiguo o que funciona de manera errónea o insuficiente.

Difícil de cuantificar pero no imposible. Un estudio de Stripe y Harris Poll afirma que las empresas a escala mundial pierden nada menos que 300.000 millones de dólares cada año, únicamente a causa de esta ‘deuda técnica’.

El jenga del desarrollo con componentes de terceros se desmorona a la hora de actualizarlos

Con ello, no es de extrañar que los desarrolladores que deben hacer frente a estos desafíos sean un componente indispensable en la apuesta corporativa de cualquier organización que se precie. En ese sentido, el mismo informe defiende que los desarrolladores de software se han vuelto más valiosos que el dinero mismo, en tanto que el 61% de los directivos de ‘nivel-C’ (alta dirección) considera que el limitado acceso al talento de los desarrolladores es una amenaza para el éxito de su negocio.

Puede parecer un porcentaje muy elevado o menos dramático de lo que cabría imaginar -siempre ocurre eso con los porcentajes que no se ponen en contexto-, pero la imagen es significativa si tenemos en cuenta que la falta de talento digital para abordar la modernización de su ‘legacy’ es una preocupación mayor para los ejecutivos que el acceso a financiación o cualquier restricción legal o fiscal.

Recordemos que ocho de cada diez empresas españolas mantiene sistemas obsoletos en el ‘core’ de sus negocios, pese a que trata de abordar los desafíos de la transformación digital incorporando herramientas de nuevo cuño, según otro estudio de Paradigma Digital.

Fuente:ticbeat.com

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