El impulso de querer ser el número uno hace que cada individuo, empresa o país llegue mucho más lejos que si simplemente no aspira a serlo. La idea no es ser el primero para aportar innovación o emprendimiento sino que la intención debe ser justo al contrario; inventar y lanzar cosas nuevas para convertirse en el eminente. La industria de ciberseguridad de Israel quiere ganarse este título, y trabaja en ello desde hace ya bastantes años.
Es un hecho: la delincuencia se ha traspasado al mundo virtual. Y a pesar de la escala y el potencial daño de los ciberataques, también es un hecho que los directivos no toman las medidas necesarias para defender a sus empresas contra tales asaltos. Es en este punto en el que empiezan a surgir nuevos negocios o nuevas ofertas dentro de las grandes organizaciones para luchar contra este problema, algo que nos lleva a uno de los epicentros de la industria: Israel.
Las raíces de la seguridad cibernética en este país se remontan a mediados de los años noventa, según Ron Mortiz, un experto israelí de ciberseguridad y venture partner-cybersecurity en OurCrowd –entre otras muchas cosas–. Según explica, en los años noventa surgieron las primeras empresas, incluyendo Check Point y Finjan Software, pero rápidamente el número explotó a más de 200 en el año 2001, antes del fracaso de las “dot.com”. Y es que, entre el año 2000 y 2001 se lanzaron un promedio de 52 compañías que, más tarde –entre 2012 y 2015– saltó a otras 66. Tal y como justifica el entendido, muchos de estos negocios fueron iniciados por empresarios de distintas unidades de ciberseguridad y tecnología de las Fuerzas de Defensa de Israel, además de empresarios provenientes de generaciones anteriores.
Fuente: cso.computerworld.es