Softbank, General Atlantic y Dragoneer Investment Group están interesados en comprar las acciones de Uber que tan desesperadamente quieren vender accionistas clásicos como Benchmark Capital.
Decir que las aguas bajan revueltas en Uber comienza a quedarse corto a la hora de describir la situación por la que atraviesa la popular app de transporte colaborativo. La compañía, el mayor unicornio del planeta con su valoración en más de 70.000 millones de dólares, sigue sin nadie al frente del chiringuito después de que Travis Kalanick fuera invitado a abandonar la firma. Lo hizo en dos tiempos, tras los sucesivos escándalos sexuales, los insultos que Kalanick profirió a sus propios conductores, los malos reultados financieros de la empresa, el espionaje masivo a sus usuarios de iPhone o el juicio pendiente por el robo de documentos sobre el coche autónomo de Waymo.
A esta larga lista de despropósitos hemos de unir la reciente denuncia de varios de sus principales inversores contra Travis Kalanick por fraude. Una tensión entre los accionistas y la antigua dirección de la compañía que no solo se quedará en los tribunales: también está agitando la propia estructura accionarial de Uber. Según adelanta el Wall Street Journal, hasta tres grupos de inversión están interesados en asumir la mayoría -y, por ende, el control- de la compañía.
Softbank, el mayor fondo del planeta, ya anunció su interés en entrar con fuerza en una de las dos principales startups de coche colaborativo: o lo que es lo mismo, Uber o Lyft. A ellos sumamos ahora a General Atlantic y Dragoneer Investment Group, dos compañías que ya tienen avanzadas sus conversaciones con Uber para cerrar su movimiento “en los próximos 30 días”.
Podemos respirar tranquilos: Travis Kalanick no volverá a Uber
General Atlantic ya es propietaria de acciones en el gigante de la economía colaborativa, mientras que ambos fondos no descartan una oferta conjunta con Softbank para fortalecer su apuesta.
Lo curioso es que la entrada de estos nuevas firmas de inversión no se producirá con una ronda de financiación ni mediante una ampliación de capital. Y es que el capital que adquieran será procedente de aquellos accionistas actuales que desean desprenderse con urgencia de sus títulos de Uber. Entre los que ya han mostrado su interés en salir o reducir su participación en la startup encontramos a Benchmark Capital, justo el mismo fondo que lidera la denuncia por fraude contra Kalanick, y que controla más de un 10% de su accionariado.
Fuente: ticbeat.com