5 maneras en que las nuevas tecnologías pueden revolucionar la menstruación.

Antes de nada, una advertencia: si eres muy sensible a los detalles de la menstruación, mejor deja de leer ahora.

Si sigues aquí empezaré contándote que yo tengo un flujo menstrual extremadamente pesado, así que siempre valoro una protección confiable y casi siempre vuelvo al mismo trío de cartas: una combinación de tampones, botella de agua caliente en los riñones y paracetamol.

Pero… si no sigo usando el mismo celular de hace 15 años, ¿por qué sigo empleando los mismos productos para la regla que cuando empecé a menstruar a los 12 años?

Aunque todavía poco conocidas, ya existen en el mercado propuestas tecnológicas que por fin están sincronizando la experiencia de tener la regla con el siglo XXI.

Algunos son materiales que absorben milagrosamente la sangre y parecen hacerla desaparecer. También hay una máquina para aliviar el dolor y un tampón con Bluetooth que, al menos en la teoría, reduciría el riesgo de desarrollar síndrome de choque tóxico al enviarle a tu celular un mensaje para que te acuerdes de cambiar el tampón.

Ahora que hay más opciones en el mercado decidí probar cinco de los productos más novedosos y contarte mis impresiones personales.

1. Las braguitas Wuka (US$40)

Si llevas toda la vida usando compresas y tampones, la idea de ponerte simplemente unas bragas y salir de casa es inimaginablemente rara. Pero, si puedes superar ese obstáculo mental, esta ropa interior realmente funciona.

Braguitas Waku
La descripción del producto dice que pueden aguantar el equivalente en sangre a lo que absorben cuatro tampones.

¿Como pueden unas bragas de aspecto normal protegerme de la misma manera que mi tampón de absorción «súper plus»? La descripción del producto dice que pueden aguantar el equivalente en sangre a lo que absorben cuatro tampones pero, inicialmente, yo no estaba convencida.

Me las puse un día entero durante la segunda jornada de mi menstruación, que para mí es el día más pesado, y no tuve ni un solo problema de filtración. Después, solo tienes que ponerlas en la lavadora y puedes seguir reusándolas durante años, lo cual hace que el precio sea muy razonable.

Además eran muy cómodas. Siempre odié usar compresas porque me sentía como si llevara un pañal. Esto fue totalmente diferente, casi me olvidé totalmente de que tenía la regla. Y no, tampoco había olor.

Así que mi valoración es: 5/5.

2. Callaly Tampliner (de US$6 a US$10 al mes)

Callaly Tampliner
Realmente parece una idea fantástica, porque, ¿quién no ha arruinado sus bragas favoritas con un pequeño derrame?

Yo estaba lista para amar este producto. Es una buena idea: esencialmente un tampón regular con una pequeña toallita protectora adjunta a la parte de abajo, para recoger cualquier derrame.

Realmente me parecía fantástico, porque, ¿quién no ha arruinado sus bragas favoritas con un pequeño derrame?

Pero para mí los Tampliners fueron un desastre. No podía conseguir que la toallita se quedara en buena posición sin hacer verdaderas acrobacias y, aún cuando lo logré, me irritaba mucho los labios.

Sí que absorbió derrames, pero siento que pude haber logrado eso mismo utilizando un tampón de mayor absorción.

Pero la mayor desventaja para mí fue que cuando tuve que hacer pis acabé teniendo que lidiar con una toallita totalmente llena de orina. Quizás nunca llegué a encontrar la posición adecuada, pero personalmente no los utilizaré más.

Así que mi valoración es: 1/5.

3. Livia (US$161)

No sólo tengo menstruaciones muy pesadas, sino que además sufro terribles calambres con la regla (de verdad me tocó la lotería periódica).

Livia
La tecnología es muy similar a la de los aparatos conocidos como TENS (Transcutaneous electrical nerve stimulation), que aplican una pequeña corriente eléctrica sobre la piel como una forma de analgésico.

Livia es un aparato electrónico que promete acabar con el dolor menstrual.

Se trata de una pequeña cajita, con un tamaño parecido a la mitad de tu celular, que tiene dos cables que pegas con unos parches a la zona de dolor.

Funciona enviando pulsos eléctricos por tu cuerpo, que evitan que le llegue a tu cerebro la señal de dolor desde los ovarios.

La tecnología es muy similar a la de los aparatos conocidos como TENS (Transcutaneous electrical nerve stimulation), que aplican una pequeña corriente eléctrica sobre la piel como una forma de analgésico.

Una vez que pegas los parches te enganchas la cajita a la ropa o la llevas en el bolsillo y sigues adelante con tu día como siempre (aunque si haces mucha actividad se pueden despegar los parches).

No fue una experiencia totalmente libre de dolor pero la verdad es que nunca tuve un día de menstruación en la vida que fuera totalmente sin dolor.

Decidí combinarlo con un poco de paracetamol, un fármaco que tiene un impacto muy pequeño sobre mis calambres cuando lo utilizo solo.

Sin embargo, la combinación fue increíble.

Aunque el aparato es caro y no todo el mundo podrá invertir en él, a mi me permitió pasar por primera vez en una década un día de regla sin dolor alguno.

Así que mi valoración es: 4/5.

4. Flex (desde US$17 por 24 discos)

Flex es un trozo de plástico en forma de círculo que insertas en la vagina.

Flex
Una gran ventaja es que el disco se sitúa tan alto en la vagina que podrías tener relaciones sexuales mientras lo usas, algo que no es posible con un tampón o con una copa menstrual.

Está a medio camino entre una copa menstrual y un diafragma, excepto que está hecho de un tipo especial de polímero que utiliza el calor de tu cuerpo para amoldarse a la forma natural de tu vagina, sellándola sin que haya filtraciones.

Otra de las grandes ventajas es que se sitúa tan alto en la vagina que podrías tener relaciones sexuales mientras lo usas, algo que no es posible con un tampón o con una copa menstrual.

Ponerlo al principio vez puede ser complicado. La primera vez yo me las arreglé para convertirlo en una especie de disco Frisbee lleno de sangre y dejé marcas rojas por toda la pared del baño.

Pero cuando volví a usarlo, más tranquila y más sobria, no hubo ningún derrame y fue muy cómodo durante una relación sexual.

Ponerlo y sacarlo, igual, es un poco difícil, pero con la práctica se vuelve más fácil.

Así que mi valoración es: 4/5.

5. Legging Dear Kate (desde US$94)

Ir al gimnasio cuando tengo la regla es mi manera preferida de lidiar con los calambres. Pero con frecuencia estoy demasiado pendiente de mi tampón o de mi compresa mientras hago ejercicio. Así que unos leggingque absorben la sangre y te permiten no llevar nada más suena como una idea brillante.

Leggins Dear Kate
Se parecen un poco a las bragas absorbentes, pero lo raro es que te los pones sin ropa interior.

Se parecen un poco a las bragas absorbentes, pero lo raro es que te los pones sin ropa interior.

Como legginglos encontré geniales. Son un poco más gruesos de lo habitual en la entrepierna, pero por lo demás son como cualquier otra prenda similar de buena calidad: suaves y con un gran soporte.

Pero estos leggingno podían aguantar mi flujo menstrual. Si, como sujeto de prueba mi caso es duro porque mis menstruaciones son como las escenas de sangre de «El resplandor». Me los puse en el tercer día de mi periodo para ir a una clase de ejercicio de alta intensidad y ¿qué pasó? Una fuga.

No fue algo demasiado traumático pero seguro no me habría sentado en un sofá de color crema con estos leggings…. En el futuro podría ponérmelos como un plan B a la vez que un tampón. Quizás para alguien con un flujo menstrual más moderado sí funcionen por sí solos.

Así que mi valoración es: 3/5.

Conclusión

Todavía no voy a echar los tampones al cesto de la basura, pero siempre es bueno tener distintas opciones, sobre todo si esas alternativas te pueden ahorrar dinero, dolor y además le hacen un favor al medio ambiente.

Fuente: bbc.com

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